«Kira» de David Llorente

Cómo no iba a comprar un libro titulado Kira, teniendo en cuenta que Kira es mi fiel compañera desde hace casi 13 años y que parte del nombre de este blog se lo debo a ella. Desde el momento en que supe de la existencia de este libro no dudé ni un instante que tenía que hacerme con un ejemplar. Lo leí muy rápido porque la curiosidad podía conmigo, aunque tengo que reconocer que he tardado más de lo previsto en publicar la entrada por motivos que no voy a explicar.

El caso es que por fin Kira, otra Kira, llegó a mi vida para sorprenderme gratamente, como la genuina negra peluda que se ve en la foto.

Párrafos que te dejan sin aliento por lo extensos que son, magistrales malabares con la sintaxis, enrevesadas oraciones que dan un orden a esta historia que me atrapó desde el principio y que es imposible de resumir. Para saber de qué trata Kira hay que leerla porque David Llorente la ha escrito con tal destreza que cualquier resumen es un insulto a la obra y a su trabajo.

Las descripciones de los ladridos de la perra Kira evocan el miedo, la intriga de lo desconocido que está por venir. La perra avisa de un peligro que acecha, pero que nadie sabe de qué se trata.

Los encuentros sexuales entre algunos de los personajes son narrados desde un punto de vista cómico e irónico que me ha llevado a la carcajada gracias a la magnífica utilización de metáforas:

«Lo que necesitaba era eyacular lo antes posible o de lo contrario reventaría por la entrepierna».

«El ciprés que tenía crecido entre las piernas».

También se tratan temas políticos en tono de burla, es una excelente crítica a una sociedad sumisa y en la que el poderoso es el que manda y tiene al pueblo sometido a su merced:

«Dos guardaespaldas siameses custodiaban la puerta del excelentísimo alcalde, que según dijeron estaba reunido consigo mismo para votar la propuesta de subirse el sueldo un trescientos por cien».

David Llorente escribe de manera directa, sin tapujos y usando un discurso que cala, que no te deja indiferente, por eso quiero destacar algunas frases de la novela que sin duda despiertan el interés de cualquier lector, independientemente de que la obra guste o no.

«Y me pondré mi traje de prosa para convertirme en el homosexual con la cara llena de escupitajos, en la mujer con el orgullo hecho trizas a golpes de polla, en el desahuciado que se muerde los puños debajo de los cartones y en persona a la que otras personas dejan morir en cualquier sitio de frío y de hambre y que (como si se cachondearan de ella) le llaman refugiado. Eso haré porque eso es lo que tengo que hacer. La única copa que nos permitirá beber el agua de la vida es la que formen nuestras manos».

«Contra los dolores sin motivo no hay remedio».

«Este mundo de mierda que acostumbra a que las personas que quieres se vayan de tu lado porque se creen dueñas de sus propias vidas».

De Kira, mi niña, he aprendido muchas cosas durante todos estos años y espero que me queden muchas más. De Kira de David Llorente he aprendido muchas palabras, algunas de ellas son:

Inveterado: antiguo, en el sentido de arraigado.

«Cogió temblando sus cartas secretas y sus planos inveterados y comprobó que ese fenómeno es el anuncio de una tragedia porque según las invisibles leyes no escritas que dirigen las oscuras profecías, el aullido de una perra significa que alguien va a morir en el plazo de pocas horas».

Légamo: barro pegajoso que se forma con agua estancada.

«El amanecer nos sorprendió a todos por su cielo encapotado y vasto y preñado de agua apelmazada dispuesta para hacer naufragar al pueblo en un océano marrón de légamo lento y movedizo».

Para terminar, solo quiero añadir que escribir una novela en la que el autor se refiere al protagonista como «el perdedor» es brutal. Sinceramente, ahora no me acuerdo de si en algún momento de la narración este personaje, el principal, tiene nombre, pero lo que recuerdo con total claridad es que el perdedor está descrito desde que se le presenta con este nombre.


Deja un comentario